Y si yo

Ciertas cosas parece que no puedas preguntarlas, que no puedas ni saberlas, o simplemente, que no las quieras saber para nada. Pero, ¿que pasaría si todo fuera distinto? Las cosas, podrían ser muy distintas. Podría darle el valor de bueno o importante a otras distintas de las que lo tiene. Podría se un fanático, por ejemplo.

Demasiado pienso en mí, en el fondo, podría no hacerlo. Creer que ahí algo mas importante por lo que tengo que luchar y por lo que podría dejar de preocuparme de otras cosas secundarias. Pienso en cuál es el camino para encontrar el destino de uno y, sobre todo, me pregunto si alguien como yo puede encontrar algo así.

Tengo una cierta tendencia a intentar ser mas frió, será por que sonrió demasiado, por que instintivamente me da por alegrar el ambiente. Siempre lo he hecho y nunca he pensado si estaba más a gusto así o no, simplemente a eso estoy acostumbrado. Ciertamente no me agobio con prácticamente nada, así que no se por que me nace hacer eso y muchas veces me atormenta la impresión de estar haciendo el payaso.

Es en el fondo cierta cosa con la que siempre he vivido, el completo cariño al camino. Me gusta dar vueltas, por que me gusta recorrer las cosas, me gustan las piedras del camino y muchas veces subo las cuestas dándole patadas a una. Con todo, con todo me pasa la verdad, pierdo muchas veces el sentido del destino, del fin del camino. Supongo que es simple y puro egoísmo, no quiero perderme nada, no quiero arriesgar nada.

Cosas que sacrifico, a fin de cuentas, por y para mi. Cosas que pierdo y que termino olvidando irremediablemente. Cosas con las que disfruto la mayoría de veces en completa soledad. Cosas en las que intento mejorar solo para aumentar mi ego, solo para ser mejor que yo mismo, sin pensar en nadie más. En el fondo me creo el ombligo del mundo y no me cuesta lo mas mínimo no querer saberlo.

A veces creo que simplemente me pase de vueltas, que aprendí ha hacer demasiadas cosas, que aprendí a disfrutar demasiadas cosas. Supongo que tanto tiempo encerrado, defendiéndote, esforzándote te acaban dejando de esta manera. Y una vocecilla me dice que yo soy especial, siempre lo he sido, no recuerdo nunca haber sido uno mas en prácticamente nada.

Y en lo que pienso es en donde podría llegar dedicándome a una cosa, no paseando, sino corriendo. Siempre me asusta pensar ver mi ritmo, ver en que dedico mis pensamientos, en que barbaridad de cosas. Una sensación de tener muchísimo tiempo, la mayoría de veces y aun así, llegar. Con los estudios es un ejemplo, aun estoy esperando a que aparezca algo de un nivel tal que me haga tener que estudiar en serio. Creí que el año pasado la había cagado, pero saque la beca. La mía no es la ley del mínimo esfuerzo, es la del nulo.

Y la cosa es que parece que todas las cosas suceden igual, que solo me centro en las que me duelen, en las que quiero eliminar y las elimino rápidamente. A veces hasta me sorprende como pasan de largo, como un poquito de concentración hace que se vayan y me siento fuera de ritmo. Con un ritmo que no es el mío y no llego a saber si es muy rápido o muy lento.

En el fondo seria curioso ver una versión de mi así, aunque en sumo irreal. Creo que podría hacerlo tranquilamente otra cosa es el querer. Aunque tengo el presentimiento que algún día, me tocara hacerlo. La vida nos da ciertas capacidades, innatas y aprendidas, ciertas capacidades que puede que estén ahí para algo, por algo. Además es simple cuestión de justicia, las virtudes no son un privilegio del que tengas que abusar, sino una herramienta para ayudar al mundo. La verdad es que pienso demasiado en mí. Cuando pienso en mi sueño, tengo la impresión de hacerlo demasiado por mí, y es lo mas generoso que pienso. Digamos que creo que encontré un pequeño problema, pero no es el momento de pensarlo.

Solo se puede recurrir a confiar en uno mismo, lo que esta bien cuando puedes hacerlo. Creo que llegado el momento lo haré y mientras que no crea que ese momento paso, puedo estar tranquilo.