Un mundo de historias.
Justo empieza a oscurecer y me doi cuenta de que probablemente me he perdido un bonito atardecer. Ha hecho un dia precioso y ayer tambien lo hizo, aunque el de ayer me parecio muy ironico, este me resulto muy tranquilizador. Me encanta el lugar donde vivo, con cierta cuesta, que aun dentro de la ciudad te deja ver en la lejania el horizonte blanquecino y ,aunque solo en una franja , vislumbrar todo el cielo. Y bajas a comprar el peridodico, te sientas en una esquina para que no te de el viento y ves la gente pasar. Una pareja, un grupo de chicos, todos como ignorandote, como pasando muy lejos de ti y de repente una familia, dos padres paseando con su hija pequeña y una mas pequeña aun en el carro y entonces la niña me mira y me sonrie mientras a duras penas consigue aaguantar sus dos muñecas mientras coge de la mano a su padre, y ya no ha pasado todo el mundo tan lejos de mi.Y yo queria pensar en mi y no podia, queria pensar en mi hsitoria y se difuminaba en las nubes, como si por un momento yo tambien pase muy lejos de mi. Y pienso en el hombre del quiosco, un hombre viejo y escurrido, con gafas de culo de botella y la dentadura hecha polvo que atiende el quiosco a veces con su mujer, tan escurrida como el. Un hombre que siempre tiene unas palabras, con el que siempre pierdo mas tiempo del que tenia pensado. "Ya llevamos medio dia de la patrona", si era verdad y yo me acababa de levantar. Y a mi que me gusta el dia y siempre me levanto tan tarde. Y ademas sin ganas de hacer nada ultimamente. Solo deseando que se deslice el tiempo estos dias. Queria pensar como iba a despedirme de ella, queria aclarar eso, que tenia que hacer para que me perdonase cuando no estuviera enfadada. Pero al final no pense nada claro, me dijeron lo que tenia que hacer, pero al final no he podido ir, no se si lee mis mensajes y se que no me deja llamarla, asi que no tiene sentido que vaya a su casa a recoger mis dichosos libros si no se si me los va a dar.
Y vuelvo a pensar en las nubes, cuando me levante y baje a la calle directamente, no me habia puesto las lentillas y no veia bien con las gafas, asi que no entiendo muy bien como veia las nubes, pero no estaban mal. Y recuerdo lo que tenia en la cabeza el domingo por la mañana, antes de hablar con ella por la noche. Pensaba en mis libros viejos, pensaba como eran mas baratos cuando tenian mucho mas valor que uno nuevo. Esos libros con su agradable olor y sus hojas amarillentas son ya veteranos, son veteranos que han cosechado muchas historias aunque sean tan respetuosos que no nos las cuenten. Pero, ¿en que historias se habran sumergido antes?. Pueden haber gustado, puede que lo que decian no le gustara a quien se lo dijeron, pueden haber inspirado sueños, pueden haber calmado dolores y seguro que habran enseñado algo. Y aqui estan en mis manos, esperando hacer mas de su labor. Y yo pienso en que quiero guardarlos y me siento mal con esa idea. Los libros deben circular, no se les debe cortar las alas. Pero en si soy un poco egoista con ellos, les cojo cariño y quiero tenerlos conmigo, espero que me lo perdonen.
Y la gente sigue caminando por la calle, llevando consigo sus historias, sus pensamientos y sus deseos. Y te das cuenta de que el mundo es mucho mas grande de lo que puedas abarcar, que por mas que cogas agua con tus manos no podras coger todo el mar. Es curioso como lloras cuando se te escapa el agua de las manos, te sientes triste al ver como vuelve al mar y se pierde y sabes que en un momento no sera mas que esa gente que pasa por la calle y que no la podras diferenciar. Pero no todo tiene por que ser malo, por que tu tambien eres parte de ese mar. De alguna forma, todos juntos, somos ese mar bajo el cielo y eso es un consuelo en si. Y las nubes amarillentas por la contaminacion luminica de Madrid saludan al mar y yo pienso que me quedan muchas cosas por hacer y muchas corrientes por conocer y que aunque la vida me duela tanto, no deja de ser preciosa y interesante. Y que ademas, por mas que la gente que quiero se escurra entre mis manos, siempre estaremos en el mismo mar y cuando las olas del tiempo me traigan su recuerdo me alegrara haberlas conocido y haber podido compartir con ellas momentos felices en este leve suspiro que es mi vida.
"Que leves son las olas que se van con un suspiro,
pero mientras que estes en el mismo lugar
volveran a saludarte y a volver a reirse contigo.
Mientras, nuevas olas haran que la sonrisa viva en ti
y asi podras recibirlas de nuevo como se merecen.
Asi algun dia las olas te querran con ellas
y te llevaran al lugar donde nace el sol"
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